Crucero en velero: Croacia y Montenegro

Check-in disponible por la tarde en las oficinas de Charter en la Marina. Tras los rápidos trámites de toma de posesión del barco (check-in técnico) y embarque en la cocina, podrá disfrutar de un aperitivo y una cena cerca de la Marina o, alternativamente, zarpar inmediatamente y disfrutar de la primera navegación.

Cruce el Adriático y llegue a Zadar. En esta hermosa ciudad, lo antiguo y lo moderno se encuentran y conviven en armonía para crear uno de los centros más apasionantes de Dalmacia, un lugar donde explorar ruinas romanas y arquitectura veneciana. Visite las antiguas murallas fortificadas que rodean el centro de la ciudad y no se pierda el concierto natural del órgano marino: capta el movimiento de las olas y lo transforma en música, emitiendo un extraño sonido melancólico que recuerda al mar, al viento y al cielo.

Tras una etapa de navegación, echamos el ancla frente a Hvar. El aroma celestial de la lavanda inunda el aire de los campos y valles que rodean la isla, por lo que resulta ideal para pasear y realizar actividades al aire libre estacionales. Perfectamente situada cerca de la costa dálmata, la isla y su puerto deportivo han sido un destino favorito desde los tiempos de los antiguos romanos, bizantinos, venecianos y, más tarde, de la nobleza austrohúngara.

Este día hará una parada en Dubrovnik. Sin duda, la ciudad es una maravilla en todos los sentidos, sobre todo después de haber sufrido una milagrosa restauración. Coronadas por la Torre Minceta, las murallas del siglo X d.C. son un símbolo de su compleja historia a través de los siglos. Para los aficionados, una excursión para descubrir la belleza del viejo mundo de Dubrovnik será sin duda una grata experiencia.

Cruce por fin la frontera y ponga un pie en el Estado de Montenegro, más concretamente en Kotor. Aquí encontrará un telón de fondo único e impresionante de la costa y las montañas de Montenegro, a orillas del fiordo más largo del sur de Europa. Las Bocas de Kotor, ensenadas del fiordo, esconden uno de los lugares más prístinos que jamás haya visto: la ciudad medieval de Kotor. Fundada por los antiguos romanos, fortificada durante la época bizantina y posteriormente bajo dominio veneciano durante gran parte de su historia, Kotor se ha conservado perfectamente gracias a su ubicación.

Haga una parada en la isla de Vis, una perla entre las islas croatas del Adriático que ha permanecido intocada por el turismo durante muchos años. A medida que avanza su desarrollo, se está haciendo cada vez más popular, sobre todo entre los navegantes. La isla es conocida por sus hermosas playas y su fascinante historia: la ciudad de la que toma su nombre fue fundada hacia el año 397 a.C. como base para la colonización griega del Adriático.

Cada vez está más cerca de su punto de partida, pero antes de regresar le recomendamos una visita a Rovinj, Rovinj en la lengua nativa. Es un ejemplo típico de ciudad costera mediterránea, con exuberante vegetación y pintorescas casas de vivos colores, vagamente parecidas a las de la "vecina" Burano. El centro histórico está dominado por la iglesia barroca de Sant'Eufemia (Fuma), de tres naves. Cerca del puerto se encuentran la torre del reloj, el arco barroco de Balbi y el antiguo ayuntamiento del siglo XVII. Al este se encuentra el complejo del monasterio franciscano, mientras que al sur está el monumento más antiguo de Rovinj, la capilla heptagonal románica de la Santísima Trinidad.

El desembarque está previsto a primera hora de la mañana, después del desayuno.