"La relación entre las diferentes variables naturales (humedad, viento, temperatura, etc.) no es lineal"
Los parámetros variables en los que basamos los cálculos matemáticos de las previsiones hacen imposible predecir el futuro con una seguridad del 100%.
La atmósfera es un líquido caótico. Físicamente significa que existe un límite de predictibilidad más allá del cual el sistema en cuestión olvida la información de partida.
Está compuesta por una infinidad de movimientos que afectan a diferentes dimensiones. Se pueden observar movimientos a escala planetaria - el rápido flujo en altura de la corriente de chorro y los movimientos que tienen lugar en escalas reducidas, las brisas, hasta llegar a aquellos que afectan volúmenes infinitamente más pequeños, los llamados movimientos moleculares. Por lo tanto, la atmósfera es comparable a una muñeca Matroska.
Cada nivel dimensional de la atmósfera representa un volumen en el que se produce un movimiento propio y diferente de los demás. Desafortunadamente, los movimientos dentro de los diferentes volúmenes no son observables y completamente descriptivos, y el esquema analítico a través de la instrumentación meteorológica trae consigo simplificaciones de los fenómenos, que se convierten en errores groseros en la predicción.
La naturaleza es un sistema complejo e incluye aquellos procesos físicos que el modelo de predicción meteorológica no puede representar en detalle, ya que se llevan a cabo dentro de escalas dimensionales muy pequeñas, que no son resueltas por el modelo de procesos radiativos, Convección, flujo del suelo, microfisica de las nubes.
Sin embargo, estos micro volúmenes no pueden pasarse por alto, puesto que influyen en el flujo que se desarrolla en las escalas más grandes: parametrizaciones. Por lo tanto, entre dos escalas métricas definibles por el modelo previsional, se insinúan los movimientos micro-escalares y provocan el alejamiento de una representación justa del fluido atmosférico, equivocando la predicción.
La meteorología es una ciencia que estudia sistemas dinámicos, partiendo de las condiciones iniciales impuestas para resolver las ecuaciones matemáticas que describen los fenómenos y sus evoluciones futuras. Esta disciplina está ligada a la teoría del caos determinista de Lorenz.
"Precisamente la atmósfera es el prototipo ideal de todo lo que en física está regulado por leyes deterministas, pero que presentan un comportamiento caótico", concluye Ravagnan de Meteomed.
