Belice en velero entre corales y cultura maya
Una pequeña porción de América Latina, limita con México, Guatemala y Honduras, mientras que el lado marítimo se enfrenta a Cuba y las Islas Caimán. De esto podemos entender que es un país tropical, con un clima que ronda los 25/28 grados de media, perfecto para sentirse bien y sin calor. Lo extraordinario de este país es su extrañeza a los acontecimientos políticos internacionales, las noticias y cualquier otro problema social. Esto se debe a que si bien Belice es un poco más pequeño que nuestra Sicilia, tiene una población total que no llega a los 380 mil habitantes, por lo que reina la paz y la serenidad.
Ahora llegamos a nuestra futura experiencia caribeña, Belice en un velero es una de esas aventuras que marcan el corazón y la mente, pero sobre todo deleitará la vista, tantas son las bellezas de este país. El paisaje es exactamente como te lo puedes imaginar, arena blanca y fina y agua de una mezcla de azul cobalto y verde esmeralda, en otras palabras el paraíso. Así es el mar, en tierra no faltan los exuberantes palmerales y la típica vegetación tropical, luego los cocteles de frutas y todas las delicias caribeñas para degustar.
En velero desde Placentia hacia el norte
Este puerto se encuentra en la península que serpentea a lo largo de una parte de la costa, y es el punto desde donde fondear para comenzar la habitual aventura caribeña. Navegando hacia el norte veremos lo mejor de Belice, todas las bellezas que este país tiene para ofrecer. Extraordinarios atolones que emergen a la superficie del agua, donde se puede admirar la fauna marina a pocos metros de profundidad. Por no hablar de la barrera de coral, con su gran población marina, será el escenario perfecto para las más bonitas fotos de recuerdo mientras buceas.
Porque obviamente, habrá tanto que ver bajo el agua, por lo que es obligatorio llevar máscara y aletas, así como una cámara, es impensable no capturar tanta belleza. Si es cierto que hay un Creador, en esta parte del mundo debió concentrarse mucho, para hacer una obra maestra como esta ciertamente no se escatimó. Piensa por un momento estar a bordo del velero que te llevará a explorar este mar. Estás sentado en la cubierta, con el sombrero en la cabeza, estrictamente disfrazado y un buen cóctel en la mano, mientras el barco zarpa y despega rumbo a este paraíso caribeño, no está mal ¿no? ¡Esto es lo que debe esperar de Belice en un velero, un país pacífico para los amantes de la belleza y la tranquilidad!
Mar, atolones y tierra
La increíble variedad histórica, cultural y territorial de este país te catapultará de la belleza del mar a las terrestres, donde los sitios arqueológicos de lo que los mayas han dejado están ahí para ser testigos de un pasado glorioso que aún es misterioso y espera ser descubierto. Por tanto, no sólo el mar, sino también la historia y la cultura milenaria de un país que acoge al turista y ofrece todo lo que tiene. Navegar en un velero será como desandar las rutas de los exploradores del siglo XVI, con la diferencia que hoy tenemos un solo interés, que es disfrutar de estas bellezas indescriptibles y atesorarlas para toda la vida.
El arrecife de coral, los atolones y el sumidero marino del Gran Agujero Azul, un “agujero azul” en medio del mar que definió el gran Jacques Cousteau; uno de los diez lugares más hermosos del mundo para bucear. ¿Entiendes de lo que estamos hablando? De un auténtico mundo por descubrir, disfrutar e impresionar en miles de tomas fotográficas, así es Belice en un velero y no te lo puedes perder. Sin demasiada demora, planifique su viaje, también puede elegir su itinerario favorito, ¡porque nunca debemos limitar la belleza!
