El término embarque a la cabina en jerga marinera significa cuando se comparte el espacio con otras personas. En pocas palabras, se trata de un embarque individual. El crucero es una experiencia fantástica que siempre merece ser vivida, no necesariamente hay que partir en grupo o en familia.
Embarcar en la cabina es, de hecho, una excelente manera de conocer a gente que comparte la misma pasión por el mar y los viajes en velero, a la que le gusta enfrentar las experiencias de la misma manera que a nosotros. Al embarcar individualmente, necesariamente tendrá que compartir espacios comunes como la cabina para dormir y el espacio de los baños.
Las ventajas de un embarque individual
La principal ventaja es, sin duda, la de tipo económico: viajando a la cabina, el coste del alquiler del velero es sin duda más bajo que teniendo que alquilar todo el barco. La segunda ventaja, que no hay que subestimar, es la que te resultará de la posibilidad de hacer nuevos conocidos que, tal vez, se volverán importantes en tu vida. Normalmente, los camarotes a bordo de un barco (excepto la tripulación) van de dos a cuatro y se dividen más o menos por igual entre camas individuales o dobles. Por lo general, los aseos están asociados en el número de uno por cada dos cabinas, por lo que al viajar a la cabina deberá necesariamente:
- Compartir el ambiente para dormir
- Compartir el baño
Además, la vida a bordo, por mucho que se respete la voluntad individual, requiere una serie de participación en actividades comunes, como la elección de la cocina o, más banalmente, si atracar en la rada o en el puerto. Abordar con el espíritu correcto un crucero a la cabina es fundamental para el éxito completo del crucero: resuelto esto, todo saldrá genial y te divertirás como hacía tiempo.
Cómo organizar el espacio compartido
Teniendo en cuenta que, como se mencionó anteriormente, nadie podrá obligarlo a hacer lo que no desea tratar de imaginar cómo podría ser durante el período de su estadía a bordo. Si eres un poco tímido y tímido, tal vez quieras traer algunos libros más para pasar el tiempo bajo la cubierta. Viajar en velero es una excelente oportunidad para estar en compañía de uno mismo y volver a redescubrirse, lejos de todo, literalmente rodeados de las maravillas de la naturaleza.
Dado que navegar en alta mar dificulta la conexión, además de los libros, es mejor organizar un poco de listas de reproducción en su teléfono inteligente guardándolas en modo fuera de línea para que, si le gusta escuchar música, nunca se quede sin ellas. En cualquier caso, sea cual sea tu tipo de persona, no te olvides de llevar tus ganas de divertirte: protector solar y bañadores, un sombrero que nunca se sabe y la máscara submarina o de esnórquel.
Porque el sol y el mar están garantizados, te harán compañía las 24 horas del día y no tendrás que hacer nada más que disfrutarlos a tope, recargándote de sana energía para volver a tu vida de siempre con una gran sonrisa impresa en la cara y una nueva luz en los ojos.